martes, 28 de agosto de 2012

Dios nos escucha



      

Boletín semanal de la Iglesia “CEMICI” 
Pastor: JUAN TOUSSAINT


 Para mucha gente la oración se limita a algunas frases aprendidas de memoria. Pero eso no es orar.


       Orar es dirigirse a Dios como un hijo le habla a su padre. En toda la tierra, millones de personas pueden hablarle al Señor al mismo tiempo, porque ningún pensamiento de hombre alguno escapa a su perfecto conocimiento. Varios salmos de David lo afirman: "Has entendido desde lejos mis pensamientos. todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Señor, tú la sabes toda" (Salmo 139:2-4). "Desde el cielo mira el Señor; ve a todos los hijos de los hombres: desde el lugar de su morada observa a todos los moradores de la tierra" (Salmo 33:13-14, V.M.)

       Orar es exponerle a Dios todas nuestras penas y necesidades. Es tener la seguridad de que él escucha y responderá según su perfecto conocimiento de lo que es bueno para los que se dirigen a él. Cuando nos habla mediante su Palabra, la Biblia, también quiere que le demos gracias por lo que nos revela. Dios es amor y el hecho de que nos escuche es una prueba de ello.

       El creyente tiene el privilegio de dirigir sus oraciones al Padre. El Señor Jesús alienta a los suyos para que se dirijan directamente a Dios, recordándoles: "De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. El Padre mismo os ama" (Juan 16:23-27).



El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?.
El Señor conoce los pensamientos de los hombres. 

Salmo 94:9 y 11.

Tú oyes la oración.
Salmo 65:2.





LA ESTRELLA DE VIDA


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en el cree no se pierda más tenga vida eterna . . . Juan 3:16.

Durante la Segunda Guerra Mundial era costumbre en los Estados Unidos que una familia que tuviera un hijo sirviendo en el ejército colocara una estrella en la ventana frontal de su casa. Una estrella dorada indicaba que el hijo había muerto apoyando la causa de su país.

Hace años alguien contó una conmovedora historia sobre esta costumbre. Dijo que una noche, un hombre estaba caminando por una calle de Nueva York acompañado de su hijo de 5 años. El niño estaba interesado en las muy iluminadas ventanas de las casas y quería saber por qué algunas tenían una estrella en la ventana. El padre explicó que esas familias tenían un hijo peleando en la guerra. El niño aplaudía cuando veía otra estrella en la ventana y exclamaba: «¡Mira papá, otra familia que dio a su hijo por su país.»

Finalmente llegaron a un lote vacío y a una brecha en la hilera de casas. A través de la brecha se podía ver una estrella brillando mucho en el cielo. El niño contuvo el aliento y dijo: «¡Papá! Mira esa estrella en la ventana del cielo. Dios debe haber dado a su Hijo también.»

¡Ciertamente! Hay una estrella en la ventana de Dios. ¿Te das cuenta de lo que hizo por ti? Por el amor que Dios nos tiene dio a su Hijo


¿Le has dado las gracias?
MUCHOS DAN LA VIDA POR SU PAÍS, 

PERO JESÚS DIOS SU VIDA POR EL MUNDO.